Técnicas de priorización para emprendedores
De la matriz Eisenhower al método Ivy Lee
Si tienes un negocio propio, sabes lo que es terminar el día con la sensación de haber estado a mil… y aun así no haber hecho lo realmente importante.Y no, no es solo una cuestión de falta de tiempo. Es cuestión de priorizar. Porque no todo lo que aparece en tu lista de tareas merece tu atención. Y cuanto antes lo aceptemos, mejor.
Hoy quiero hablarte de dos técnicas sencillas, pero muy efectivas que pueden ayudarte a ganar claridad, foco y, sobre todo, paz mental: la matriz Eisenhower y el método Ivy Lee.
¿Ya usas agenda? Genial. Pero eso no significa que estés priorizando bien.
Tener todo apuntado no es sinónimo de tener el control.
Puedes organizarte de maravilla sobre el papel… y seguir apagando fuegos todo el día.
Priorizar es tomar decisiones. Es mirar tu lista de tareas y preguntarte:
¿Qué tareas hacen avanzar de verdad el negocio?
¿Qué podrías delegar sin problema?
¿Qué directamente no hace falta hacer?
1. La matriz Eisenhower: una mirada estratégica para ordenar el caos
Eisenhower, expresidente de Estados Unidos, dejó una frase que lo resume todo:
“Lo importante rara vez es urgente, y lo urgente rara vez es importante.”
De ahí nace esta matriz que clasifica tus tareas en 4 categorías:
| Urgente | No urgente | |
|---|---|---|
| Importante | Hazlo ya | Planifícalo |
| No importante | Delégalo | Elimínalo |
Un ejemplo para entenderlo mejor:
¿Cuándo usarla?
Cuando tienes demasiadas cosas pendientes y todo parece urgente. Esta matriz te ayuda a ver con claridad qué merece tu tiempo… y qué no.
2. El método Ivy Lee: simple, pero transformador
Este método nació en 1918, cuando Ivy Lee, consultor de productividad, propuso a un empresario algo muy básico: anotar solo 6 tareas importantes al día y hacerlas en orden de prioridad.
Así de fácil:
- Al final del día, escribe las 6 tareas más importantes para el día siguiente.
- Ordénalas por prioridad.
- Al día siguiente, empieza por la primera. No pases a la siguiente hasta terminar la anterior.
- Si alguna queda pendiente, la arrastras al día siguiente.
- ¿Por qué funciona?
- Porque elimina el ruido. Porque no te deja caer en la multitarea. Y porque enfocarte en pocas cosas, pero bien elegidas, te hace avanzar mucho más rápido.
- ¿Cuál elegir? ¿Y si las usas juntas?
- No tienes que elegir una u otra. De hecho, combinarlas es lo más potente:
- Usa la matriz Eisenhower para decidir qué tareas valen la pena.
- Aplica Ivy Lee para ejecutarlas sin dispersarte.
- Una te da visión. La otra, foco. Juntas, te devuelven el control de tu tiempo.
- ¿Y si delegas? Más importante todavía priorizar
- Cuando empiezas a delegar a una asistente virtual, por ejemplo, saber priorizar te permite delegar con criterio.
- No se trata solo de quitarte tareas de encima. Se trata de quedarte con lo que realmente requiere tu atención… y soltar el resto con confianza.
- La claridad es contagiosa:
Cuanto más claro tengas lo que importa,más fácil será que otros te ayuden de verdad.
En resumen: trabajar mucho no siempre es trabajar bien
Y lo sabes. Porque lo vives.
Pero la buena noticia es que hay otra forma de trabajar. Más enfocada. Más estratégica. Más tranquila, incluso.
Y no hace falta hacer malabares ni tener veinte herramientas. Solo necesitas un poco de reflexión, un sistema que funcione… y comprometerte con tu tiempo como si fuera tu recurso más valioso (porque lo es).
¿Quieres ayuda para poner orden en todo esto?
Como asistente virtual, estoy para eso. Para ayudarte a priorizar, a delegar lo que no te suma y a hacer que tu negocio funcione contigo al mando, no contigo corriendo detrás.
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