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Imagen creada con ayuda de IA con fines ilustrativos Si tienes una base de clientes o personas interesadas en tu negocio y todavía no estás haciendo email marketing… estás dejando dinero sobre la mesa. El email sigue siendo una de las herramientas más efectivas para vender, fidelizar y mantener el contacto. La diferencia está en cómo lo usas: puedes ser uno más en la bandeja de entrada… o el correo que la gente espera abrir. Yo me encargo de lo segundo. Por qué el email marketing sigue funcionando (y mucho) No dependes de algoritmos cambiantes, no necesitas pagar publicidad para llegar a tus suscriptores y, lo mejor de todo: hablas directamente con personas que ya han mostrado interés en lo que haces. Es tu canal más directo y personal. Así trabajo la creación de campañas: 1- Conozco tu público y tu objetivo Antes de escribir una sola palabra, me empapo de quién es tu cliente ideal y qué quieres conseguir: vender, informar, inspirar o todo a la vez. 2- Defino el mensaje y el tono No es...

Imagen creada con ayuda de IA con fines ilustrativos Si tienes negocio, seguro que lo has vivido: las redes sociales acaban siendo esa tarea que siempre dejas para el final. Entre atender a clientes, hacer papeleo, resolver imprevistos y todo lo demás… ¿A quién le quedan ganas de pensar en un post para Instagram a las diez de la noche? Yo lo sé porque lo escucho todo el tiempo: “Sé que debería publicar más, pero no me da la vida.” “Me paso horas buscando ideas y al final no subo nada.” Y ahí es donde entro yo. No para “colgar fotitos bonitas” (que también), sino para que tu presencia en redes tenga sentido, coherencia y resultados. 1- Planifico para que no improvise Me encargo de entender tu negocio, tu estilo y a quién quieres llegar. Con eso preparo un calendario con temas que te representen, fechas clave de tu sector y formatos pensados para cada red social. Así, tú dejas de improvisar y empiezas a comunicar con intención. 2- Creo contenido que conecta No publico por publicar. Redac...

Imagen creada con ayuda de IA con fines ilustrativos Delegar da vértigo. Y si implica compartir contraseñas o datos de clientes… todavía más. Lo sé. Es normal. No estás solo/a. Confiar parte de tu negocio a otra persona no es cualquier cosa. Menos aún si hay información delicada de por medio: acceso al correo, a la facturación, a documentos privados o a plataformas donde gestionas todo. La pregunta se repite en muchas cabezas: ¿Cómo sé que no va a pasar nada? Y la respuesta es sencilla (y tranquilizadora): cuando delegas con alguien que se toma en serio la seguridad digital, puedes respirar tranquilo/a. ¿Qué información sueles compartir con una asistente virtual? No es necesario dar acceso total ni abrir tu mundo de par en par. Lo que se comparte suele ser muy concreto: Algunos accesos (a Gmail, Drive, WhatsApp Business, Holded…). Datos de clientes o pacientes. Documentos como contratos, presupuestos, informes o facturas. Hasta aquí, nada nuevo. La diferencia está en cómo se gestiona t...

Imagen creada con ayuda de IA con fines ilustrativos La comunicación en las empresas ya no es lo que era (y eso es una buena noticia) Vivimos en una era donde todo se mueve a gran velocidad, y eso también ha cambiado la forma en la que nos comunicamos en el trabajo. Ya no basta con enviar un correo y esperar respuesta. Hoy, la agilidad, la claridad y la colaboración en tiempo real no son un “extra”, son parte del día a día si queremos mantenernos competitivos. Aquí es donde entran en juego herramientas como Slack, Zoom y muchas otras plataformas diseñadas para mejorar la comunicación entre equipos. No se trata de estar “a la moda”, sino de trabajar mejor, con menos fricciones y más resultados. ¿Por qué es tan importante comunicarse bien? Porque sin una buena comunicación, cualquier equipo —por bueno que sea— va a tropezar. Cuando los mensajes son claros, todo fluye: las ideas se transforman en acciones, los proyectos avanzan y el cliente lo nota (y lo agradece). Pero cuando la comunica...